Mientras filmaba el bosque, el autor del video encontró a un carnero, con apariencia de estar enojado, y decidió seguirlo con su dron. Pero el carnero se encontraba de mal humor y, literalmente, derribó con su cornamenta el avión no tripulado. Cuando el joven trató de recoger su dron, encontró al animal más enojado de lo que ya estaba y sin interés ninguno por hacerse amigo del humano.