Un joven ‘cazó’ a su compañero de apartamento en un curioso momento. El chico barría la casa y, pensando que nadie lo veía, se dejó llevar bailando semidesnudo al son de una canción de Sheena Easton. Absorto en su propoio baile, el joven no se dio cuenta que a su lado se habían reunido varios espectadores: dos perros y su compañero cámara en ristre. Al comprender que sus pasos han sido grabados, el improvisado bailarín se incomoda, aunque realidad el muchacho no tiene nada por lo que sentir la vergüenza.