Para este hámster nada cae en saco roto

Para este animalito no hay nada imposible. Incluso si de lo que se trata es de meterse entre pecho y espalda una barrita de pan dos veces más grande que él. Con una depurada técnica, el roedor consigue quebrar el palito por cuatro partes y alojarlas en sus carrillos, un saco donde parece que cabe todo.