"EE.UU. usa el terrorismo para alcanzar sus objetivos geopolíticos"
La voz de Jamal Wakim es quizá hoy más necesaria que nunca. Su discurso nace de una mirada al tablero geopolítico global lanzada desde Oriente Medio, y en gran parte constituye una fuerte contestación a las visiones del mundo habitualmente propagadas por los gobiernos y medios de comunicación occidentales.
La entrevista comienza indagando en una cuestión que quizá no haya recibido suficiente atención hasta ahora: el papel del Líbano en la lucha contra el terrorismo. "En primer lugar -explica Wakim-, el Líbano tiene una posición geográfica importante que especialmente influye en Siria. Al principio, cuando los grupos terroristas combatían en Siria, ciertas autoridades que les auspiciaban, intentaron hacerlo a través del Líbano". En su opinión, "si la resistencia libanesa, Hezbolá, no hubiera participado en la lucha contra el terrorismo, éste se habría propagado a también al territorio libanés".
En términos de confrontación directa con las fuerzas terroristas, Wakim sostiene que "la expulsión de los terroristas de las montañas en el este del Líbano, en particular de las regiones de Qalamun y Arsal, tuvo consecuencias muy positivas para el gobierno sirio, porque pudieron eliminar a los terroristas del oeste de Damasco. Esto sirvió de respaldo al gobierno y al ejército sirio en su avance hacia el este para liberar el resto de los territorios del noreste de grupos terroristas".
El terrorismo como herramienta geopolítica
Jamal Wakim no tiene dudas de que el terrorismo yihadista ha sido utilizado estratégicamente por las grandes potencias con intereses en el Oriente Medio: "El Estado Islámico tiene sus propias dinámicas. Pero sigue siendo una herramienta principalmente en manos de las potencias occidentales, fundamentalmente de EE. UU. y sus aliados". Con respecto al discurso anti-terrorista de los Estados Unidos, este politólogo se muestra, como mínimo, muy excéptico: "No creo que EE. UU. se tome realmente en serio la lucha contra el terrorismo".
A continuación, explica que "EE. UU. utiliza el terrorismo como una herramienta para alcanzar sus objetivos geopolíticos. Esta información ya está bastante difundida por los medios occidentales y ya no es ningún secreto. Por eso creo que como ahora tal vez el Estado Islámico ha dejado de ser un estorbo, es probable que aparezcan otros grupos que puedan desempeñar su papel".
Merece especial atención la explicación que hace Wakim de esta forma de proceder, entendida como la única manera en que se pueden desarrollar los enfrentamientos geopolíticos en el escenario internacional contemporáneo: "Es parte de la guerra subsidiaria en la que se utilizan a grupos en representación de unos intereses, en vista de que un enfrentamiento directo entre grandes potencias se ha vuelto imposible tras la época de bombas nucleares y la Segunda Guerra Mundial. Así que la utilización de los grupos que representan sus intereses se convirtió en la piedra angular y resultó muy eficiente para alcanzar los objetivos geopolíticos de EE.UU".
En esta línea, el politólogo recuerda que "el Estado Islámico en si logró alcanzar uno de esos objetivos principales en el año 2014 al insertar una cuña entre Siria e Irak. La intervención de EE. UU. ocurrió sólo cuando el Estado Islámico ya estaba a punto de caer. Pudimos ver en numerosas ocasiones que EE. UU. atacaba al ejército sirio cuando éste avanzaba en su lucha contra los grupos terroristas. También asestaban golpes contra el ejército iraquí y sus aliados cuando estos avanzaban contra los terroristas en Mosul. EE. UU. siempre se justifica empleando la expresión 'daños colaterales'. Pues yo no les creo".
Estados Unidos en el conflicto palestino-israelí.
Comentamos con nuestro invitado el papel real que juega Estados Unidos en el nudo conflictivo entre Israel y el pueblo palestino: "La relación entre Israel y EE. UU. –señala Wakim– es muy dinámica. No creo que sea una relación entre dos países separados. Creo que Israel es una extensión de EE. UU. Y la supervivencia de Israel depende en gran parte de que la hegemonía estadounidense continúe en el mundo. Porque Israel representa la principal base de la hegemonía estadounidense en el Oriente Medio".
Wakim situa además esta relación de fuerzas en el contexto concreto de la Administración Trump, y compara la actitud del actual equipo de gobierno norteamericano con la de la administración anterior: "Obama tenía una cierta visión acerca de la solución del conflicto árabe-israelí, basada en conceder ciertos derechos, limitados, a los palestinos. Sin embargo, ahora con Donald Trump al mando esto está fuera de discusión, no se discute la posibilidad de conceder un Estado independiente a los palestinos, no se discute la posibilidad de darles una completa identidad nacional, y no se discute la posibilidad de que Israel retire sus tropas de los territorios ocupados, incluido Jerusalén. Así que volvemos a la casilla de salida del conflicto árabe-israelí.
Los verdaderos planes de EE.UU. en Oriente Medio.
Sobre la auténtica motivación de los Estados Unidos en Oriente Medio, Jamal Wakim no tiene dudas: "El plan de EE. UU. era redibujar el mapa de la región con el fin de asegurarse el control de Oriente Medio durante el presente siglo". Y sobre lo que ello implica, su visión también es clara: "Era parte de su gran estrategia para controlar las rutas comerciales marítimas y terrestres y prevenir que las potencias emergentes de Eurasia, principalmente China, Rusia, Asia Central e Irán, tuvieran acceso a las rutas comerciales marítimas".
No son pocos los analistas e historiadores que opinan que el control de la zona de Oriente Medio supone, o al menos facilita considerablemente, el control geopolítico de gran parte del mundo. Preguntado por esta cuestión, Wakim admite que "si nos basamos en las lecciones de la historia, esto parece ser en gran medida correcto. Porque Oriente Medio es la intersección de tres continentes fundamentales: Europa, Asia y África. Quienquiera que controle esta región podrá controlar este gran bloque".
Además, el politólogo libanés añade que "cualquier potencia que controle este gran bloque será capaz de marginalizar a otras potencias, de imponer su voluntad o de forzar a otras potencias a obedecer su voluntad. Desde la historia más remota, varias civilizaciones han luchado por la hegemonía en la región de Oriente Medio. Quienquiera que fuera capaz de establecer control total en esta región instalaría un sistema globalizado o un monopolio sobre el sistema global".
Para atender al desarrollo completo de las ideas esbozadas en este artículo y escuchar los análisis de Jamal Wakim de otras cuestiones relacionadas, recomendamos encarecidamente el visionado completo de la entrevista.