Investigadores chilenos buscan que la Unesco reconozca a las momias más antiguas del mundo como Patrimonio de la Humanidad, según Reuters.
Se trata de las momias Chinchorro, descubiertas hace 100 años en el desierto de Atacama (Chile), que datan de hace aproximadamente 7.000 años, lo que significa que son unos 2.000 años más antiguas que las encontradas en Egipto. Años atrás, según 'Los Angeles Times', la piel de una docena de ellas comenzó a descomponerse, convirtiéndose en una misteriosa sustancia negra.
Los expertos culpan al cambio climático por este fenómeno. Afirman que el aumento de la humedad en el norte de Chile a lo largo de los últimos 10 años ha provocado que distintas bacterias se alimenten de la piel de las momias, que mutó en una especie de sustancia gelatinosa negra.
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Actualmente investigadores de la Universidad de Tarapacá (Chile), liderados por Sergio Medina Parra, abogan para que los restos humanos sean clasificados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, con el objetivo de salvar a las momias de un deterioro mayor.
"La solicitud [ante la Unesco] no es una meta en sí misma, sino el inicio de un proceso [de creación] de mejores herramientas de conservación junto con el Estado chileno y la comunidad internacional", aclaró Medina.
Desafortunadamente, incluso si la Unesco aprueba el apedido, puede ser demasiado tarde para casi la mitad de las 300 momias, que están siendo rápidamente consumidas por bacterias destructivas.