El miércoles pasado, un hombre descubrió dos alces congelados con las astas entrelazadas cerca del río North de Unalakleet (oeste de Alaska, Estados Unidos).
Jeff Erickson liberó los cuerpos de los animales, que podrían haberse quedado así y hundido en mitad de una pelea al ser incapaces de separar sus cornamentas, para adornar una de las paredes de su casa.
"Ya están fuera. Ahora, a limpiarlos", comentó Erickson al publicar varias imágenes en su perfil de Facebook. En una de las instantáneas se ven las cabezas cortadas de los mamíferos sobre la nieve manchada por su sangre.
Erickson compartió su descubrimiento con el sitio web The Alaska Life, que publica imágenes sobre la vida en esa región estadounidense.