Una multitud enfurecida de vecinos de la ciudad de Reyes, del departamento de Beni, en el norte de Bolivia, ahorcó el pasado 12 de noviembre al presunto violador de una niña de cuatro años que murió tras ser víctima de la agresión, informa el periódico 'La Razón'.
El alcalde de la ciudad, José Roca explicó que la niña, identificada como Celeste, había llegado a Reyes con su familia para asistir al funeral de la abuela. En un momento determinado la familia reportó a la Policía la desaparición de Celeste, cuyo cadáver fue encontrado horas después con señales de abuso sexual.
El supuesto autor de la violación, identificado como Elvis César Alcázar, de 37 años, fue atrapado por los vecinos que dijeron haberlo visto con la niña. La Policía detuvo al presunto criminal y lo encarceló.
Sin embargo, la noticia de la muerte de Celeste se extendió y enardeció a los lugareños, hasta el punto de que una multitud derribó la puerta de las instalaciones policiales, sacó de ahí a Alcázar, que ya había confesado su culpa, lo desnudó y lo golpeó. Luego, ya moribundo, el hombre fue arrastrado por las calles con un soga atada por el cuello y, al llegar a la plaza central de la ciudad, fue colgado de un árbol.
Los cinco policías de Reyes no pudieron evitar el linchamiento al quedar rebasados por la turba. Según las investigaciones preliminares, el presunto violador tenía antecedentes similares en la ciudad de La Paz.
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