Isaiah Bird, un niño de 8 años que nació sin piernas, se ha convertido en un ejemplo de superación para muchas otras personas discapacitadas: practica 'wrestling' y juega al futbol americano en los Long Beach Gladiators de Nueva York.
Cuando está disputando un partido y sus rivales le preguntan qué le pasó, el siempre contesta: "Dios me hizo así, nací así", mientras les dice a sus compañeros que "no hay tiempo que perder" y que tienen que seguir jugando.
El pequeño solo pide ayuda a sus compañeros de equipo cuando es estrictamente necesario, ya que para él, jugar al fútbol americano, "no es tan difícil, y de hecho, es bastante fácil", explica a la 'BBC'.
Isaiah no ha tenido una infancia nada fácil: su padre estuvo en prisión, el huracán Sandy destruyó su casa en 2012 y su madre tiene dos trabajos diferentes para poder sacarlo adelante. Sin embargo, siempre cuenta con la ayuda de su entrenador, Miguel Rodriguez, para quien ver al pequeño "jugar y competir como cualquier otro deportista", es algo "increíble".