Conozca cómo hay que vestir para asistir gratis al cine, el zoo o incluso a un concierto de Coldplay
Los chalecos reflectantes son un verdadero pase para acceder gratuitamente a cualquier establecimiento cultural, sugiere el David Allegretti. El periodista australiano lo pudo comprobar al entrar junto a un amigo al cine, al zoológico de Melbourne o incluso a un concierto de Coldplay sin comprar una sola entrada, simplemente vistiendo chalecos de alta visibilidad. Es lo que cuenta Allegretti en su artículo, publicado en el portal Vice.
"El mundo es un lugar estratificado. La gente importante entra en lugares exclusivos (...) Pero hay una laguna para entrar en lugares de forma gratuita. Sólo tiene que fingir ser una persona importante. Y las personas que usan vestido de alta visibilidad son importantes, en el sentido de que arreglan las cosas que a nadie más le importan. Si ven a alguien en vestimenta de alta visibilidad (…) naturalmente asumen que se dirige a arreglar algo. Esto hace que un chaleco de alta visibilidad se convierta en una llave de la vida", explicó Allegretti.
El periodista y su amigo Sean comenzaron a experimentar con una visita al cine. Vistiendo sus chalecos reflectantes, pasaron directamente por enfrente del control de entradas y entraron en la primera sala que se encontraron. Allí pudieron ver la película 'Fiesta de Navidad en la oficina' ('Office Christmas Party').
A continuación, los amigos decidieron hacer lo mismo en el zoológico de Melbourne.
"Caminamos por la zona de la entrada durante unos 15 minutos fumando cigarrillos, para disimular nuestra preocupación. Ni Sean ni yo podíamos creer que todo fuera a funcionar", cuenta el Allegretti. Sin embargo, los amigos lograron entrar al zoológico, e incluso Sean se atrevió hacerlo mandando un saludo los trabajadores que se encontraban allí.
Después de eso, intentaron un reto aún más complicado. Ese mismo día, el grupo Coldplay hizo una escala en Melbourne dentro de su gira por Australia. David y Sean decidieron tratar de ingresar al estadio donde se celebraba el concierto, otra vez, sin entradas. Para ello, cambiaron sus chalecos de amarillo a naranja, para no diferenciarse del personal de la organización, y otra vez lograron pasar sin pagar. Sin embargo, Allegretti admitió que Sean tenía un amigo que estaba en el "otro lado", por lo que si pudieron entrar finalmente no fue solamente gracias a los chalecos.