Un equipo internacional de científicos asegura haber creado una 'quimera' entre un ser humano y un cerdo gracias a un experimento cuyos resultados han sido publicados en la revista 'Cell'. Juan Carlos Izpisua Belmonte, que encabeza el equipo de investigadores, asegura que el objetivo de la investigación pasa por crear "tejidos u órganos funcionales que podrían ser trasplantados".
Para llevar a cabo su experimento, los científicos introdujeron células madre humanas en embriones de un cerdo en una fase temprana del desarrollo, lo que les permitió crear unos 2.000 híbridos que luego introdujeron en el organismo de una cerda, convirtiéndose 186 de ellos en 'quimeras'. Allí permanecieron durante 28 días, período se corresponde al primer trimestre del embarazo de estos animales, después de lo cual extrajeron el feto, poniendo así fin al proceso.
First peer-reviewed account published of creating pig–human hybrid fetuses; other chimaeras also reported: https://t.co/zuOCJjI5CUpic.twitter.com/YOM7RJMQRz— Nature News&Comment (@NatureNews) 26 de enero de 2017
Belmonte afirma que bastó ese tiempo para que las 'quimeras' se desarrollaran lo suficiente para que los científicos pudieran analizarlas sin "preocupaciones éticas" vinculadas con animales 'quiméricos' maduros. Según el científico, la posibilidad de que nazca un animal que contenga células humanas es algo que podría causar preocupaciones fuera del mundo científico. "La sociedad tiene que decidir qué se debe hacer", subraya.
Scientists Create First Human-Pig Chimeric Embryos https://t.co/6zRgWgLPLipic.twitter.com/FO05qa4SA4— The Scientist (@TheScientistLLC) 26 de enero de 2017
Este experimento, el primero que permite cruzar células de dos especies tan diferentes, podría también ofrecer a la ciencia nuevas oportunidades para investigar distintas enfermedades y cómo afectan al organismo humano.
Los científicos esperan que estos experimentos en el ámbito de la hibridación abran ventanas a la investigación de métodos para crear órganos para trasplantes generados a partir de las células del propio receptor. De esa forma, se evitaría el rechazo del órgano, resolviendo el problema de la falta de donaciones en el mundo.