Harold Santiago Osorio Garzón, un joven colombiano de 23 años, fue arrestado esta semana por la Policía de Medellín (Colombia) por simular su propio secuestro y por extorsión con el fin de hacer frente a las deudas que había contraído recientemente con los propietarios de un prostíbulo local, informa 'Noticias Caracol'.
A pesar de que Osorio negó ante el juez todas las acusaciones, a raíz de su arresto se descubrió que el joven había contraído una deuda de 11 millones de pesos (unos 3.800 dólares) con los dueños de un burdel de Medellín tras disfrutar de un festín de alcohol y sexo con prostitutas, dando el coche que tenía de alquiler como aval.
Desaparecido desde el pasado 31 de enero, el colombiano se puso en contacto por WhatsApp con su jefa, que le había prestado un coche para trabajar como empleado de Uber (un Chevrolet Aveo del 2014), para decirle que él había sido secuestrado junto con el vehículo. Para liberar tanto al joven como al coche, la mujer debía pagar un rescate de 15 millones de pesos y entregarlo en un lugar concreto del barrio medellinense de Belén.
@iNoticiasCL Un joven colombiano gastó USD 3.800 en un burdel y fingió ... https://t.co/GIHviPGO8t@infobaeamericapic.twitter.com/2XrAWLd8dP— iNoticias.cl (@iNoticiasCL) 11 de febrero de 2017
La jefa de Osorio avisó a la Policía, que organizó un operativo policial para atrapar a los supuestos secuestradores y rescatar al joven. El día de la cita en el barrio de Belén, Harold apareció en el Chevrolet acompañado de tres empleados de un prostíbulo y, tras recoger el dinero del rescate, las autoridades prendieron a los cuatro individuos.
A partir de aquí, gracias a las confesiones de los empleados del burdel, se descubrió la mentira y estafa perpetrada por el joven colombiano, que fue enviado a prisión como presunto responsable del delito de tentativa de extorsión agraviada, a lo que se suma la deuda aún sin saldar de su desenfrenada noche de parranda.