La imagen de un simple plato con un tartaleta de fresas ha sido compartida miles de veces en Twitter en las últimas horas. La instantánea, compartida por Matt Lieberman, un neurocientífico de la Universidad de California en Los Ángeles, parece no tener nada de especial.
Sin embargo, se trata de una imagen insólita ya que, pese a parecer lo contrario, no contiene nada de color rojo. Aunque las fresas se ven de ese color, si uno se acerca a la imagen o la amplifica verá que en realidad están compuestas de distintas tonalidades de azul.
Insólita percepción de colores
Lieberman escribe que se trata de una "gran demostración de la constancia del color". Se trata de un curioso fenómeno de percepción: el cerebro tiene la capacidad de mantener el mismo tono de color de los objetos en condiciones muy diferentes aunque las fuentes de luz cambien radicalmente.
Esta particularidad del cerebro hace que, por ejemplo, veamos que las mandarinas guardan el mismo color bajo la luz de una lámpara, de un día nublado y de un atardecer. Mientras tanto, las cámaras necesitan, sin embargo, ajustar su balance de blancos para conseguir una reproducción de color correcta.
This picture has NO red pixels. Great demo of color constancy (ht Akiyoshi Kitaoka) pic.twitter.com/pZHvbB6QHE— Matt Lieberman (@social_brains) 27 февраля 2017 г.