Un turista chileno que fue hallado tras pasar 9 días perdido en la selva del Parque Nacional Madidi, en Bolivia, contó a la revista 'National Geographic' que los monos lo ayudaron a sobrevivir. El joven participó en una visita guiada al parque con una de las numerosas agencias turísticas locales y desapareció de su campamento en la selva.
Al ser rescatado el joven contó que pudo sobrevivir siguiendo a un grupo de monos que le tiraban frutas y lo guiaron cada día hacia "un refugio y agua", escribe la revista.
A primeros de marzo el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) boliviano informó que una operación de búsqueda halló el 27 de febrero a Mayckool Jhovan Coroseo, de 25 años, que nueve días antes había desapareció de su cabaña "en circunstancias misteriosas". Según la Agencia Boliviana de Información, que citó al director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, Iván Zambrana, el turista explicó que "habría ido a buscar baño en la selva y se extravió".
Pachamama, chamanes, y monos salvíficos
Sin embargo, el reportaje de 'National Geographic', escrito por una periodista que participó en la operación de búsqueda, sostiene que la desaparición del turista (a quien llama Maykool Coroseo Acuña) fue mucho más misteriosa. La publicación no aclara cómo la periodista residente de Nueva York coincidió con el chileno perdido en Bolivia.
Según la revista, las desapariciones en el parque no son frecuentes, remontándose la última a hace 15 años. Una de las desapariciones más sonadas ocurrió en la misma zona en 1981 y sirvió de base para una película que se estrenará este año.
El turista se perdió en la selva después de que rechazara participar en una ceremonia tradicional de veneración de la diosa Pachamama para que les "permitiera entrar en el bosque", razón por la que el dueño de la agencia que organizó la visita guiada cree que el turista pudo resultar confundido por un duende, recoge la revista.
Dos chamanes celebraron ceremonias durante toda la búsqueda. El SERNAP confirma que "los maestros curanderos locales Don Rómulo y Doña Tiburcia" participaron en la búsqueda.
Los guardas y los guías de la agencia estuvieron buscándolo a razón de 8 y 10 horas diarias, pero solo seis días después lograron hallar la primera señal del desaparecido: un calcetín. Tres días después el propio turista fue hallado a un kilómetro de la cabaña de la agencia turística en la que se hospedaba. Estaba deshidratado y presentaba rasguños y picaduras de mosquito, pero, en general, se encontraba bien.
La parte más extraña de esta historia reside en la confesión que el propio joven hizo a la revista sobre las causas de su desaparición y la forma en la que pudo sobrevivir 9 días perdido. Según su relato, el día que se extravío en su cabeza surgieron "pensamientos raros y terribles", por lo que sintió "la necesidad irresistible" de escapar del bosque, y empezó a correr, deshaciéndose de su celular, linterna y sandalias para que no lo frenaran. Finalmente, gracias a la inestimable colaboración de los monos, que —según él— lo guiaron y alimentaron, logró sobrevivir.