El peligro de las noticias virales y la tergiversación: el caso de la Casa de Vila Matilde
El año pasado se viralizó la noticia de que un ama de casa brasileña había recibido un premio por el original diseño de su casa en Vila Matilde, un barrio humilde de la periferia de Sao Paulo. Medios de todo el mundo la publicaron y resaltaron el gran mérito que tenía que una persona sin formación alcanzara un reconocimiento de tal envergadura.
Sin embargo, al poco tiempo, la revista 'ArchDaily' -de donde salió la información original- tuvo que publicar una nota aclaratoria sobre el tema. Según esta, los medios de comunicación habían ido modificando la noticia como en el juego del teléfono descompuesto hasta deformar por completo la realidad de los hechos.
¿Cuál fue la noticia?
Todos los años, la revista de arquitectura 'ArchDaily' entrega el premio 'Building of the year', que abarca distintas categorías. La selección de las candidaturas es realizada mediante una "detallada curatoría" donde el "Equipo de Proyectos" de la publicación selecciona "aquellas obras inspiradoras" que puedan tener valor para sus lectores. Estos últimos son los que eligen finalmente, a través de una votación, los que consideran que son los mejores proyectos arquitectónicos del año.
Fue así que dentro de la categoría de 'Casas' el público votó por la reforma de un pequeño edificio en Vila Matilde. La renovación fue diseñada por el estudio Terra e Tuma Arquitetos Associados y la dueña de la vivienda era Delvina Borges Ramos, una humilde ama de casa septuagenaria.
La particularidad de esta obra es que fue desarrollada en muy poco tiempo, con un bajo presupuesto y en un terreno muy reducido (4,8 de ancho por 25 de largo). Aprovechando al máximo el escaso espacio disponible, lograron crear un hogar que dispone hasta de patio y terraza. La capacidad del estudio de arquitectos para ajustarse a las limitaciones económicas y a las necesidades de su clienta fue uno de los elementos por los que se destacó este trabajo.
La viralización y la tergiversación
Al salir la noticia en una de las revistas de arquitectura más prestigiosas del mundo, varios medios de comunicación decidieron hacerse eco de ella. Sin embargo, el afán por compartir rápidamente una información que ya se había convertido en viral hizo que muchos la publicaran con creciente número de inexactitudes.
Por ejemplo, el diario argentino La Nación afirmó que la ganadora del premio era la propietaria de la casa, cuando en realidad fue el estudio de arquitectos. Lo mismo sostuvo el digital mexicano Nayarit En Línea, que agregó que el diseño de la misma había sido elaborado por la propia Delvina y no por Terra e Tuma. Por su parte, el portal UPSOCL sostuvo que el premio recibido fue a "la mejor construcción del año", a pesar de que el reconocimiento se dio en la categoría 'Casas' y existen otras muchas categorías como 'Arquitectura industrial', 'Arquitectura comercial', 'Oficinas' o 'Arquitectura deportiva'. Así, multitud de webs de noticias y periódicos de habla hispana cometieron errores similares.
Una de las posibles respuestas de por qué suceden cosas de este tipo la dio Víctor García, investigador y candidato a Ph. D. de la Universidad de Texas, en diálogo con el periódico colombiano El Tiempo. Analizando las noticias falsas -o, en este caso, tergiversadas- que circulan en las redes sociales, García recordó que estas "siempre" han existido y "los periodistas han sido víctimas de ellas en el pasado". La diferencia de hoy en día "es la rapidez con que circulan y son compartidas en las redes sociales, en donde se crean 'burbujas informativas' que filtran la información de acuerdo las creencias, identidades, gustos y preconcepciones de los usuarios".
Cabe recordar que un estudio de Pew Research Center de 2016 reveló que el 66% de los usuarios de Facebook prefiere informarse por esa red social antes que a través de los medios de comunicación tradicionales. Dentro de este porcentaje se incluye sin ninguna duda un buen número de periodistas.
No en vano, el fundador del World Wide Web, Tim Berners-Lee, comentó recientemente que por la propia dinámica de Internet hay sitios que simplemente "nos muestran contenido en el que creen que haremos clic". Esto "significa que la información errónea, la noticia falsa o el suceso sorprendente, sobrecogedor o diseñado para apelar a nuestras preferencias, se puede esparcir como un reguero de pólvora" sin que nadie lo chequee rigurosamente.