Los científicos estadounidenses han descubierto un peculiar rasgo del cortejo del dinosaurio 'Tyrannosaurus rex'. Su nuevo estudio, publicado este 30 de marzo en la revista 'Scientific Reports' presupone que estos animales, a pesar de su apariencia aterradora, eran unos amantes tiernos, informa 'The Telegraph'.
Los investigadores creen que antes del apareamiento los tiranosaurios frotaban sus hocicos como una forma de 'jugueteo previo'. "Es posible que durante el cortejo los tiranosáuridos se frotaran las caras, que eran muy sensibles, como una parte vital del juego precopulatorio", escriben en la publicación.
Los científicos han demostrado que la cara era una de las partes más sensibles del cuerpo de los tiranosaurios, dado que se valían de ella para explorar el medio, construir nidos y cuidar a sus huevos y sus crías, según el estudio.