El videobloguero TechRax ha decidido precipitar desde 1,5 metros de altura los buques insignia de Apple y Samsung —iPhone 7 y Galaxy S8— para poner a prueba su resistencia.
Al dejar caer ambos 'smartphones' de lado, recibieron daños mínimos: apenas se les borró la pintura de una esquina de sus carcasas. Sin embargo, cuando se golpearon con la pantalla apuntando hacia el suelo, no salen tan airosos.
Concretamente, el iPhone 7 corrió la peor suerte, ya que casi toda su pantalla se quebró y dejó de funcionar, algo que resultó más preocupante. Por su parte, la pantalla del Samsung Galaxy S8 también se deterioró, pero en menor medida, mientras que su panel táctil permitió su uso.
El video de YouTube que muestra la 'tortura' a ambos dispositivos ya ha recibido más de 1,61 millones de visitas.