Numerosos aspectos de la vida de las personas que hacen que nuestros vuelos sean más cómodos y seguros están estrictamente reglamentados, tanto su aspecto físico, como las joyas que llevan, la longitud del pelo e incluso su vida personal.
Las azafatas y azafatos tienen que cumplir un gran número de requisitos exigidos por sus empresas y que a veces rayan la discriminación, lo que ya ha servido de catalizador para varios procesos judiciales. El medio ruso RIA Novosti ha recopilado las más raras exigencias que uno debería cumplir para convertirse en asistente de vuelo en distintas compañías de todo el mundo.
Un peso que vale oro
El requisito más común entre las líneas aéreas concierne al peso de las candidatas. En general, las auxiliares de vuelo deben tener un índice de masa corporal entre 18 y 25 (para calcularlo, es necesario dividir dos veces el peso en kilogramos por la altura en metros). Varias compañías pueden establecer que sus trabajadores tengan una talla de ropa particular, aunque las exigencias de algunas aerolíneas van más allá y son mucho más precisas.
Por ejemplo, las caderas de las azafatas en la compañía francesa Aigle Azur no deben medir más de 100 centímetros, mientras que China Southern Airlines no acepta a mujeres con una talla de zapato mayor a la 36.
Emirates, la línea aérea de bandera de los Emiratos Árabes Unidos, concede una gran importancia al tamaño del pecho de sus azafatas, que no debe superar un 75C.
¿Cómo explican las compañías estos requisitos?
En la cabina del avión el área de trabajo de las azafatas es muy limitada, de manera que para no molestar a sus colegas ni a los pasajeros los auxiliares de vuelo deben tener una estatura determinada. Además, cuanto menos pese el personal de cabina, menos combustible consumirá el avión.
¿Existe una edad límite para ser azafata?
De promedio, las compañías aéreas europeas reciben currículos de solicitantes de entre 18 y 56 años. Como siempre, existen excepciones: en 2015, la compañía británica Virgin Atlantic contrató a una mujer de 59 años de edad. La mujer, que toda su vida había querido ser azafata, tiene 11 nietos.
Sin embargo, las compañías estadounidenses no son tan liberales en esta materia. Por ejemplo, la mayor aerolínea del mundo, Delta Air Lines, contrata como azafatas a mujeres no mayores de 25 años, con una altura superior a 165 centímetros y un peso inferior a 65 kilos. Durante la entrevista los empleados de la empresa miden el peso y la altura de las aspirantes.
La sonrisa, la clave del éxito
Otro aspecto anatómico crucial es la sonrisa, que debe ser ideal. La mayoría de las compañías aéreas internacionales tienen requisitos especiales para la higiene bucal: los dientes deben estar perfectamente alineados, sin retenedores ni fundas.
Además, los 'piercings' y tatuajes, incluso cuando no son visibles, están prohibidos en muchas empresas. Entre los tabúes más generalizados se encuentran también las cicatrices, las marcas de nacimiento y las uñas largas.
El pelo, las joyas y el maquillaje
Otro elemento que a menudo cae bajo prohibición son las joyas. Por ejemplo, las auxiliares de vuelo de United Airlines no pueden llevar más de cuatro anillos a la vez, dos en cada mano.
Las regulaciones tampoco pasan por alto el cabello. British Airways no permite que sus azafatas lleven el pelo más abajo de la línea del hombro, mientras que United Airlines prohíbe a los asistentes de vuelo llevar bigote o barba. En la misma empresa existe también una inusual prohibición al maquillaje masculino.
Vida no privada
Las líneas aéreas no solo supervisan la sonrisa, el peso y los dientes de sus empleados, sino también su vida personal. En muchas compañías, como en la alemana Lufthansa, la india Jet Airways o la británica British Airways, las azafatas deben ser solteras y no tener hijos.
Por una parte, esto se explica por la preocupación por la familia de la empleada, porque la de azafata es una profesión arriesgada y la empresa no quiere asumir responsabilidades ante sus hijos en caso de accidente. Además, debido a los constantes viajes los asistentes de vuelo no tienen mucho tiempo para la familia.
Sin embargo, muchos ven este requisito como discriminatorio, y señalan que cada persona debe tener la oportunidad de establecer prioridades y elegir lo que es importante en su vida.