El 'fidget spinner' es un juguete de plástico giratorio originalmente diseñado para niños que sufren problemas de atención. Sin embargo, en varios colegios en EE.UU. ya ha sido prohibido porque —argumentan los maestros— es adictivo, distrae e incluso puede causar traumas.
En Australia, el juguete desapareció en tres semanas de las tiendas, convirtiéndose, por alguna razón, en un "símbolo de estatus" entre los hombres y mujeres de negocios, informa el diario 'The Sydney Morning Herald'. Paralelamente, su popularidad crece entre los niños, que compiten por ver quién lo mantiene girando más tiempo.
¿Qué es?
Un 'fidget spinner' es un juguete que suele tener forma de triángulo y que presenta en sus ángulos bolas metálicas o sectores en formas de ruedas que pueden girar largamente en torno a su propio eje. Aunque fue diseñado para ayudar a niños con distintos tipos de trastornos vinculados con problemas de atención, parece que ahora todos los niños lo quieren probar.
Esta peonza forma parte de un grupo de juguetes dirigidos a esas personas que sienten la necesidad de hacer algo con sus dedos constantemente, un fenómeno que en inglés se denomina 'fidgeting'. Si usted, por ejemplo, suele tamborilear con los dedos en la mesa cuando necesita concentrarse en algo, tal vez un 'fidget spinner' pueda serle útil.
¿Ayuda o estorbo?
Sin embargo, en EE.UU., uno de los países que ya han sido invadidos por estos juguetes, las opiniones se hallan divididas entre quienes lo ven como una ayuda y quienes creen que es un problema. No en vano, algunos colegios ya han prohibido los 'fidget spinners', argumentando que no solo ayudan a concentrarse, sino todo lo contrario, ya que los niños buscan cada vez nuevas maneras de jugar con ellos, a veces haciéndolos volar, lo que puede lesionar a compañeros. En estos casos los demás niños miran lo que pasa y dejan de prestar la atención a la clase.
Sin embargo, otros opinan que los 'fidget spinners' contribuyen a que los escolares se estén más quietos, concentrándose mejor en las discusiones escolares y hasta en los ejercicios de redacción, según afirma la maestra Gloria Chesbro al radio NPR.