El presidente de Francia, Emmanuel Macron, no sucumbió ante el último de los famosos apretones de manos de Donald Trump. Durante el encuentro de ambos líderes en Bruselas (Bélgica) y ante las lentes de los fotógrafos, el recién elegido mandatario francés sostuvo en firme su brazo aparentemente por más tiempo del que Trump se esperaba.
Se desconoce la fuerza ejercida durante el saludo, pero un acercamiento muestra cierta descoloración en la mano del estadounidense.
Esta fue, sin embargo, la segunda vez que estos presidentes estrechan manos: la primera se dio más temprano ese mismo 25 de mayo, cuando el francés, de 39 años, muy brevemente saludó a Donald para luego tomar de inmediato la mano de su esposa, Melania Trump, con quien sostuvo un apretón mucho más prolongado.
Ambos mandatarios sostuvieron su primera reunión por motivo de la cumbre de la OTAN, mientras que el estrechón de manos que mantuvieron es el último de una serie de curiosos saludos entre Trump y otros líderes, fuertes y bruscos a veces, o torpes y prolongados en otras ocasiones. Un experto en artes marciales incluso desarrolló técnicas para defenderse de los intimidatorios apretones de Trump.