Un proveedor de Wi-Fi público en el Reino Unido, Purple, ha recurrido a un truco para demostrar cómo la mayoría de la gente no lee los términos y condiciones de uso de los servicios que aceptan.
Como resultado de esta trampa, 22.000 personas aceptaron limpiar retretes públicos de manera voluntaria, informa el portal Mashable.
Purple incluyó en las condiciones de uso de los usuarios que accedían a su servicio de Wi-Fi gratis que aceptaran realizar 1.000 horas de trabajos comunitarios. Entre estos, se incluía limpiar parques de heces de animales, dar abrazos a perros y gatos callejeros, limpiar atascos de desagües, limpiar retretes portátiles en festivales y eventos locales, pintar conchas de caracoles para mejorar su existencia y despegar chicles del suelo.
En el curso de las dos semanas que duró esta campaña, tan solo uno de los usuarios se dio cuenta de esta extraña condición.
Desde Purple han aclarado que no van a obligar a los usuarios a cumplir con las tareas que aceptaron hacer sin saberlo. La compañía explicó que su acción estaba destinada a llamar la atención sobre la nueva ley de protección de datos que entrará en vigencia en la Unión Europea en mayo de 2018.
Conforme a esta norma, las empresas deberán obtener el "consentimiento inequívoco" del usuario antes de usar sus datos personales y de comportamiento para fines de mercadotecnia.
Purple ha mostrado lo fácil que es imponer al usuario cualquier condición que se quiera, ya que la inmensa mayoría de la gente suele aceptar términos y condiciones sin haberlos leído íntegramente.