A pesar de que el turismo existe en Corea del Norte, este país asiático es de hecho un Estado 'cerrado' para los ojos extranjeros. Con la presencia de muchos mitos y hechos reales sobre la cultura norcoreana, su vida cotidiana sigue atrayendo mucha atención. Hemos recopilado varios datos sobre las acciones calificadas de "ilegales" o poco deseadas en el país. Como con cualquier regla, en algunos casos hay excepciones.
Ver películas extranjeras
En Corea del Norte está prohibido ver películas o videos extranjeros. De hecho, los ciudadanos que importan, distribuyen o apoyan la "cultura decadente" de Occidente y de Corea del Sur, o participan en "actos decadentes", podrían ser condenados de 5 a 10 años de prisión, según recoge la agencia Yonhap.
A pesar de ello, varias personas infringen estas reglas y adquieren en el mercado negro contenido extranjero grabado en dispositivos USB o tarjetas de memoria, según sugiere la emisora NPR.
Además, no se permite ver canales de televisión extranjeros, pero según revela Andréi Lankov, experto en Corea del Norte y profesor de la Universidad Kookmin de Seúl, esta regla tampoco se cumple siempre. Los ciudadanos que viven cerca de las fronteras disfrutan de programas televisivos extranjeros.
Navegar por la Red
Curiosamente, según el reciente informe analítico elaborado por las compañías Recorded Future y Team Cymru, la élite política en Corea del Norte lleva una vida virtual bastante común. Los 'elegidos' sí pueden navegar por Facebook, Google, Instagram e incluso hacer compras en Amazon y Alibaba.
Pero este lujo no es para todos. Los norcoreanos no pueden disfrutar libremente de Internet. Para poder lograr acceso a ciertas páginas es necesario contar con el permiso oficial de las autoridades.
En el país existe un intranet nacional, conocido como 'Kwangmyong'. Se trata de un portal que no está conectado a la Red, y que incluye páginas con literatura de la ideología nacional, así como textos científicos y técnicos. De todas formas, se puede acceder a Kwangmyong solo a través de computadores en las instituciones públicas.
Disfrutar de los 'smartphones'
A finales del pasado mes de junio Corea del Norte lanzó un nuevo teléfono inteligente de fabricación nacional, conocido como 'Jindallae 3'. El servicio de comunicación móvil en el país cuenta con más de tres millones suscriptores.
Sin embargo, los norcoreanos no pueden disfrutar de estos aparatos de igual manera que la gente de otros países, ya que no tienen acceso a Internet. Solo los extranjeros pueden acceder a la red global desde sus dispositivos móviles en Pionyang y algunas partes de Corea del Norte.
Hacer llamadas al extranjero
Llamadas al extranjero están bloqueadas en el país. Según un informe del 2016 de la ONG Amnistía International, los norcoreanos no pueden contactar a los familiares que abandonaron el país.
Según el informe, en Corea del Norte se observa una creciente venta ilícita de móviles y tarjetas SIM importadas. De esta manera, los ciudadanos que residen cerca de la frontera pueden acceder a las redes telefónicas chinas y comunicarse directamente con personas que se encuentran fuera del país.
Los individuos que hacen llamadas por teléfonos ilegales pueden enfrentar cargos e incluso ser acusados de traición, si contactan con alguien de Corea del Sur u otros países calificados de 'enemigos'.
Conducción libre
Según señala Lankov y contrariamente a la creencia popular, los vehículos particulares no están prohibidos en el país, a pesar de que hasta hace poco no se podían comprar y solo podían ser regalados. Sin embargo, de momento, un coche privado sigue siendo algo exótico.
Es muy complicado lograr comprar un coche como particular. Por ello, hoy en día algunos norcoreanos empiezan a registrar sus vehículos personales bajo nombres de instituciones estatales.
Viajar al extranjero
Los viajes al extranjero desde Corea del Norte también están prohibidos. Según señala Lankov, salir del país solo es posible al lograr un permiso especial de las autoridades.
Llevar pantalones vaqueros
El año pasado las autoridades norcoreanas endurecieron las restricciones relacionadas con la indumentaria de los ciudadanos. En particular, se prohíbe llevar pantalones vaqueros ('jeans') y hacerse 'piercings'. Según el portal IBTimes, el control del aspecto físico de los ciudadanos es más alto en las provincias de Hamgyong del Norte y Ryanggang, que se encuentran en la frontera con China, y son más propensas a la influencia occidental.
Criticar al Gobierno
Las organizaciones internacionales que luchan por los derechos humanos han denunciado en múltiples ocasiones la falta de libertad de expresión en el país asiático. En particular, a los norcoreanos y a los turistas que visitan el país se les prohíbe criticar o insultar a los líderes anteriores, Kim Jong-il y Kim Il-sung, así como a Kim Jong-un, o al sistema político del Estado.
Por ejemplo, los extranjeros, así como los ciudadanos norcoreanos, deberían hacer reverencias y depositar flores frente a los monumentos de los líderes difuntos para rendirles homenaje.