Muchas veces nos hemos visto en la obligación de deshacernos de algunos alimentos porque han caducado y otros los hemos tenido que consumir porque su fecha de vencimiento se acerca. No obstante, un artículo de la revista digital The Conversation, señala que existe un grupo de alimentos casi 'inmortales' que pueden ser ingeridos después de mucho tiempo. Esta propiedad sin duda los convierte en grandes aliados en tiempos de crisis.
Miel
Su durabilidad es producto de su composición química: es baja en agua y alta en azúcar. Esta última, por ser un compuesto higroscópico -absorbe el agua del ambiente-, impide que las bacterias puedan crecer en ella. Las pequeñas cantidades de peróxido de hidrógeno que contiene, también inhiben su crecimiento.
Al ser procesada, el periodo de almacenamiento de la miel es más largo, ya que el envasado y el tratamiento térmico eliminan el agua y la protegen de la humedad.
Legumbres secas
Al igual que con la miel, la clave para una mayor vida útil es su procesamiento y almacenamiento. Si los granos son sometidos a un proceso de secado, aumentará la concentración de azúcar y disminuirá el contenido de agua, dificultando la aparición de bacterias y hongos.
Si se guardan de forma hermética, después de varios años no perderán su valor nutricional, y por tanto, son una opción alimenticia perfecta.
Salsa de soya
La salsa de soya puede durar al menos tres años. Sin embargo, si permanece cerrada, su alto contenido de sal y fermentación le permite una vida más prolongada. Hay que tener en cuenta que después de abierto, esto dependerá de la temperatura de almacenamiento.
Vinagre
Algunos consideran al vinagre una sidra o un vino echados a perder. Lo que no todos conocen es que su naturaleza ácida, que proveniente del acetobacter –bacteria que convierte el alcohol en ácido acético-, impide a su vez que otros microorganismos aparezcan. Aunque con el tiempo el vinagre blanco no cambia de apariencia, otros tipos pueden variar de color y un poco de sabor, pero seguirán siendo aptos para el consumo.
Arroz blanco
Este grano puede consumirse hasta después de 30 años bien guardado. La clave para ello está en la temperatura: alrededor de 3 °C y sin oxígeno. No obstante, el arroz integral, cuyo contenido de grasas saturadas es más alto, puede estropearse más rápidamente.
Chocolate negro
La adición de leche al chocolate lo hace más perecedero, pero el chocolate negro puede durar dos años o más si se almacena a una temperatura constante. De lo contrario, la grasa que contiene puede subir a su superficie y dañarlo. Con todo y esto, aún existe una discusión alrededor de la durabilidad de este alimento.
Sal y azúcar
Muchos de los alimentos que se conservan por más tiempo contienen estas dos sustancias. Su propiedad de absorber el agua, deja sin sustrato a las bacterias que intentan colonizarlos. Si la sal y el azúcar se almacenan lejos de la humedad y en recipientes herméticos, durarán indefinidamente. Tenga en cuenta que aditivos como el yodo que se añade a la sal, pueden reducir su vida a unos cinco años.