En el marco del Mes Nacional de Prevención del Acoso, uno de los gigantes de la comida rápida, Burger King, llevó a cabo en EE.UU. un experimento social para mostrar cómo la gente reacciona ante abusadores que se burlan de otras personas hasta hacerles daño. El resultado no podría ser menos controversial.
La idea consistió en crear un video que mostrará las reacciones de clientes a los cuales se les sirviera una hamburguesa rota en pedazos, y comparar su actitud con la de otros que fuesen testigos de cómo un adolescente es acosado por otras personas en un concurrido local de la franquicia. La compañía contrató actores para que interpretaran los roles de abusadores y víctima, y pidió a sus propios empleados que rompieran en pedazos las 'Whopper Junior' antes de envolverlas y entregarlas como pedido de los clientes.
En el video, publicado en YouTube, los clientes protestan airadamente cuando les dan una hamburguesa estropeda. Pero pocos acuden en ayuda de un niño al que otros acosan, empujan y amenazan con tirar su comida. De hecho, de unos 20 adultos, todos los cuales eran clientes reales del restaurante, sólo dos intervinieron para ayudar a la víctima, mientras que los demás permanecieron en silencio, mirando quizá indignados la escena que se desarrollaba ante ellos, pero sin hacer nada para evitar lo que sucedía.
"El mundo ideal es aquel donde, si alguien ve que algo extraño sucede, acude y dice algo al respecto", afirmó una mujer que se acercó para defender al niño acosado, que parecía un típico estudiante de secundaria.
Muy distinto fue el caso de la hamburguesa estropeada: según deja ver el video, fueron muchas más las personas que hicieron cola para quejarse por el ruinoso estado de la comida que recibieron. Los cómputos indican que un 95 % de los clientes protestaron por el 'acoso' sufrido por su respectivo Whopper Junior, mientras que, asombrosamente, sólo el 12% defendió al joven maltratado.
"Es más fácil no hacer nada", afirma una niña en otro video que hace referencia al acoso.