Armados con una balalaica, un acordeón, una 'zhaleika' y otros instrumentos propios del folclore ruso, estos jóvenes e intrépidos músicos le hicieron frente al severo frío siberiano al calor de ritmos latinos. Esta versión 'hecha en Rusia' del éxito musical del puertorriqueño Luis Fonsi fue grabada como una mera broma de amigos, pero ya ha acumulado casi 20.000 reproducciones en apenas dos días.