La Policía de la región rusa de Irkutsk está investigando la pérdida de armas de fuego por parte de un cazador en un bosque del distrito de Ust-Ilimsk, informó en un comunicado el servicio de prensa del Departamento Principal del Ministerio de Asuntos Internos de la región.
De acuerdo con el propio aficionado cinegético, un oso pardo entró descaradamente en una de sus remotas cabañas del bosque y se llevó dos escopetas.
El hombre, de 57 años, asegura que el pasado 16 de noviembre estaba recorriendo su finca cuando decidió pasar la noche en una de las cabañas de aquella. El cazador dejó sus cosas y fue a buscar agua en un río cercano y al regresar notó la silueta de un oso en el interior de la construcción.
"Para evitar un encuentro con un animal salvaje, el cazador permaneció durante varias horas en el bosque, y cuando regresó, se dio cuenta de que el oso se había llevado un saco donde guardaba las escopetas", reza el comunicado.
En el saco, de acuerdo con el hombre, había tres armas de fuego. Una de las escopetas –con la culata dañada y rastros de las garras del enorme mamífero– la encontró no muy lejos de la cabaña.
Durante unos días el cazador trató encontrar las escopetas. Cuando hasta el lugar se desplazaron los agentes policiales de Irkutsk, empezó a caer una fuerte nevada, que ocultó por completo las huellas del oso en el bosque. Pero los policías encontraron rastros de la presencia del úrsido en la cabaña.
La Policía local, por su parte, inició un procedimiento administrativo contra el cazador por violación de las normas de almacenamiento de armas. La infracción de estas normas prevé la privación del derecho a adquirir, poseer y portar armas por un período de hasta un año, así como la imposición de multas.