El pasado viernes, Shane Raddatz y su esposa estaban festejando en casa de unos vecinos en la ciudad de Gold Coast (Australia) cuando la mujer se topó en el porche de la entrada con una gigantesca serpiente pitón que estaba tragándose una urraca entera. La australiana llamó a su marido por el celular y le dijo que fuera hasta allí. "No me moveré a ningún sitio", descartó.
"Estaba casi en estado de shock", comentó posteriormente el marido al diario Warwick Daily News. "Las habíamos visto antes, pero nunca habíamos visto un ejemplar tan grande. Es la primera vez vemos a una haciendo algo así", relató Raddatz, añadiendo que decidieron no tocar al reptil sino llamar directamente a un cazador de serpientes.
Al llegar el especialista, tuvieron que esperar otros 20 minutos para que la serpiente terminara su cena. Raddatz declaró que no estaba preocupado por su familia, pero sí por sus mascotas, especialmente teniendo en cuenta que el gato de sus amigos desapareció medio año atrás. Ahora saben cuál pudo ser el destino que sufrió el animal, añadió.