Un pescador tailandés regresó a casa después de una larga temporada trabajando en la mar y descubrió que su familia le consideraba muerto y le había incinerado oficialmente siete meses atrás.
Sakhon Sacheewa, 44 años de edad, llevaba catorce meses trabajando en un buque pesquero en el sur de Tailandia y volvió a su casa en la provincia de Sisaket el pasado domingo. Fue entonces cuando se enteró de que en mayo pasado las autoridades habían entregado a sus familiares el cuerpo de un hombre que había sido descubierto en un piso de alquiler en un suburbio de Bangkok, informa el portal Nation.
El cadáver se encontraba en estado de descomposición, pero la Policía halló con él un documento de identidad sin foto, una copia de registro y un pase a nombre de Sacheewa. El examen forense reveló que el hombre había muerto de una infección en estómago e intestinos.
La Policía contactó entonces con los familiares de Sacheewa para entregarles el cuerpo, que fue incinerado conforme a las costumbres budistas.
La madre de Sacheewa recibió una compensación por valor de 90.000 baht (unos 3.000 dólares), que incluía una ayuda para los funerales y los ahorros de la pensión.
Tras la 'resucitación' de Sacheewa, los agentes empezaron una investigación y descubrió que al hombre le habían robado sus documentos meses atrás, un hecho que denunció ante la Policía en su momento. Al parecer, el fallecido había estado utilizado los documentos pertenecientes al pescador antes de su muerte.
Según los familiares de Sacheewa, a la hora de recibir el cadáver, se fijaron en que el hombre tenía un diente en un lugar donde le faltaba una pieza a Sacheewa. Sin embargo, el personal de la morgue les persuadió para que se llevaran el cuerpo alegando que el cuerpo estaba demasiado descompuesto para ser indentificado.