Se llama Cash y es muy probable que sea el perro más feliz del mundo, título que tiene todo el derecho de ostentar después de que sus dueños le regalaran un pequeño cachorro para Navidad.
La alegría del labrador de 12 años no tuvo límite cuando literalmente metió las narices en la caja navideña y abrió su regalo. De la caja se asomó el morro de un pequeño cachorro lleno de curiosidad. Meneando la cola, el viejo perro enseguida se echó a olfatear a su nuevo amigo.
Los dueños de Cash, que residen en Ortonville (Míchigan, EE.UU.), se emocionaron al observar la tierna escena y grabaron el video del momento. Comentaron que el perro antes no estaba solo y tenía una compañera llamada Rosie, pero hace tres años la perra murió y desde entonces Cash estuvo triste, recoge The Daily Mail.
Ahora los ojos del perro brillan de felicidad: tiene un nuevo amigo con el que jugar y compartir las alegrías cotidianas.