Una prohibición local relativa al consumo de bebidas alcohólicas no ha logrado impedir que un grupo de amigos que celebraba la llegada del Año Nuevo no pudiese disfrutar de unas cervezas frías en una playa de la ciudad neozelandesa de Coromandel, informa el periódico The New Zealand Herald.
La estrategia del grupo consistió en realizar un montículo de arena con una pala en medio del estuario del río Tairua durante la marea baja en la mañana del domingo pasado. Una vez que se completó la construcción, instalaron en el lugar una mesa de picnic de madera. Posteriormente, esperaron a que la marea alta entrante los rodeara de agua.
Luego de construir su fuerte arenoso, los miembros del grupo sostuvieron que la prohibición de bebidas alcohólicas ya no se les podía aplicar puesto que estaban "en aguas internacionales".
La prohibición de Coromandel está vigente durante todo el período de Año Nuevo y establece que no se puede tomar alcohol en los lugares públicos, incluidas las playas de la localidad. La medida restrictiva está encaminada a que la comunidad esté más segura durante los días festivos.
A pesar de esta, el grupo de amigos fue visto durante la Nochevieja bebiendo cerveza y contemplando los fuegos artificiales desde la relativa seguridad de su mesa de picnic.
"Eso es pensamiento creativo, si lo hubiera sabido, probablemente me hubiera unido a ellos", comentó jocoso John Kelly, inspector jefe del área oriental de la región de Waikato.