Un visitante se llevó el susto que fue a buscar a un zoológico en la provincia china de Cantón. El hombre se colocó de espaldas al cristal de seguridad del encierro de un enorme tigre blanco de Bengala, aparentemente esperando a que el felino se le acercara por detrás. El animal acechó al sonriente sujeto y le lanzó un instintivo ataque que le borró la sonrisa y lo echó a correr de forma despavorida.