Bhola Nath, un conductor de automóviles del estado indio de Bihar, tropezó con una serpiente y decidió atraparla. El hombre agarró al reptil por el cuello y trató de coserle la boca con hilo y aguja para neutralizarla y después llevársela a casa. Pero cuando intentó clavarle la aguja, la serpiente, una cobra, saltó y le mordió la mano. Al principio, Bhola no dio importancia a la mordedura e incluso se llevó la serpiente a casa, pero muy pronto su condición se deterioró y murió de camino al hospital.