Vándalos no identificados volcaron en el condado de Monterrey (California, Estados Unidos) un centenar de colmenas de abejas, que además rociaron con gasolina e incendiaron para acabar con los insectos.
Según declararó al canal KBSW8 el propietario de la granja apícola, Mike Hickenbottom, el número de abejas muertas llega a 200.000. El daño material alcanza a 50.000 dólares y es comparable con el salario anual del trabajador que cuidaba de las colmenas.
Todas las abejas eran de razas italiana y rusa, absolutamente no agresivas, especificó el hombre, que aseguró que podía manipular sus colmenas sin ninguna ropa protectora, de tan pacíficas que eran.
Algunos vecinos podrían estar implicados en el 'apicidio', cree el propietario, porque en tres ocasiones se habían quejado de las molestias que supuestamente les causaba la presencia de los insectos.
La oficina del alguacil del condado inició una investigación del delito, pero de momento no ha presentado cargos contra ninguna persona.