"El paciente estaba algo consternado cuando le sacaron la lombriz a través del recto", explicó el médico Hsu Li Yang, de un hospital de Singapur, informa Yahoo News.
En efecto, el paciente no daba crédito a lo que veían sus ojos. Los doctores le acababan de extraer de su cuerpo un cestodo de 2,8 metros de largo. Fue necesario doblar a la lombriz hasta 18 veces para que entrara en la fotografía.
Los expertos locales en infecciones y microbiología determinaron que se trataba exactamente de una tenia y estimaron que este parásito podía causar dolores abdominales severos y hasta la muerte.
Sin embargo, el hombre afirmó no haber sufrido ninguna sensación incómoda. Lo más probable es que se contagiara comiendo pescado fresco o poco cocido.