En el Zoológico de Taiyuán, en la provincia de Shanxi, al norte de China, un león se vio obligado a arrancarse a mordiscos la mitad de su propia cola, que quedó atrapada en las aguas congeladas de un pozo a través del cual se le proveía de beber, informa Daily Mail.
Un grupo de turistas que visitaba el zoológico durante las festividades del Año Nuevo Lunar, advirtió que al león le faltaba parte de su cola. Inmediatamente demandaron saber qué había pasado.
Un vocero del zoológico sostuvo que el animal se había quedado dormido con la cola dentro del pequeño estanque que le proporcionaba agua para beber y que, debido a las bajas temperaturas, se congeló mientras dormía.
En sus intentos por escapar, la cola comenzó a sangrar y el felino optó por moderla hasta arrancársela, afirmó el vocero. De acuerdo con su versión, al ver al león herido los empleados lo medicaron para detener el sangramiento.
Los visitantes que lo vieron sin cola acusaron al zoológico de abuso y maltrato animal, ya que el león lucía además desnutrido y era mantenido en una jaula pequeña junto a una leona que parecía igualmente mal alimentada.
Las autoridades del parque de Taiyuán no respondieron a esas acusaciones.