Una sorprendente reacción se produjo en la Red después de que Elliot Sudal, un investigador marino, subiera a sus cuentas a principios de mes una instantánea en la que muestra un tiburón martillo de 3,6 metros que capturó en las costas de Sanibel, en Florida (EE.UU.). Muchos internautas, en lugar de asombrarse por la magnificencia del pez, centraron su atención en el entrenado cuerpo del joven.
Y mientras una parte de los comentarios se enfocaba en el atractivo de Sudal, otra reprochaba la labor del investigador, alegando que con su actividad perjudica a los animales que atrapa, a pesar de tener una finalidad científica.
Sudal, quien trabaja para la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, se dedica a la investigación y preservación de especies marinas. Una vez capturado el animal, le coloca un chip subcutáneo para estudiar su comportamiento en las aguas y lo devuelve al mar. De esta manera, los científicos pueden seguir su rastro y contribuir a la preservación de cada especie.