Cada vez que un niño indio de cuatro años tosía, se escuchaba un sonido muy particular, como un silbido que salía de su interior. Por eso, sus padres lo llevaron al otorrinolaringólogo y fue allí donde los médicos comprobaron que lo que sucedía, publicó The New England Journal of Medicine.
Una radiografía del pecho del chico permitió observar que el pulmón izquierdo estaba hiperinsuflado, lo que puede obedecer a una obstrucción de las vías respiratorias.
Entonces, los especialistas le practicaron una broncoscopia, que consistió en insertar un dispositivo delgado a través de la garganta, para llegar al pulmón izquierdo, con el que pudieron remover el objeto: un silbato que el niño se había tragado por accidente.
Al día siguiente, las nuevas placas de rayos X mostraron que el pulmón afectado se había desinflamado y que todo, incluso la tos del niño, había vuelto a la normalidad.