El británico Adam Dickson estaba paseando con su esposa y hijos por la playa de Pakiri en Auckland (Isla Norte de Nueva Zelanda) cuando se toparon con una enorme criatura misteriosa en la arena, informa Yahoo7.
El hallazgo "parecía un montón de músculos contrayéndose", -dijo Dickson- "era casi alienígena y se movía lentamente". "'Está vivo', seguía diciendo mi hijo", contó su esposa.
Pronto la familia se dio cuenta de que se trataba de una medusa. El Instituto Nacional de Aguas e Investigación Atmosférica de Nueva Zelanda la indentificó como una medusa melena de león, la especie más grande que existe.
Los especialistas afirman que sus picaduras no son fatales, aunque sí muy dolorosas. Según algunos informes, en 1870 fue hallado en las costas de Massachusetts (EE.UU.) el ejemplar de medusa melena de un león más grande conocido de la historia. Tenía un diámetro de más de 2,3 metros y tentáculos de más de 36,5 metros de longitud.