Un repartidor de comida ha sido pillado 'in fraganti' por una cámara de vigilancia comiendo del pedido de un cliente. Ha ocurrido en la ciudad australiana de Melbourne.
Las imágenes fueron registradas en la misma puerta de la vivienda de un cliente del servicio digital UberEats. En la grabación se ve al mensajero pulsar la timbre y mientras espera al dueño de la casa, meter la mano en el paquete y, ni corto ni perezoso, zamparse una patata frita.
Una vez visualizó la grabación, el cliente envió las imágenes a una emisora de radio local para que las compartiera, informa news.com.au.