A principios de octubre, el Ayuntamiento de Oak Park, en el estado estadounidense de Míchigan, publicó en su cuenta de Facebook un anuncio invitando a asistir a la fiesta de Halloween que se celebraría en un centro comunitario de la localidad.
La invitación, dirigida a todos los ciudadanos, estaba sujeta a una condición: que nadie se presentara disfrazado de payaso.
Sin embargo, la reacción social a la prohibición obligó a las autoridades a reconsiderar su postura, informa Oakland County Times.
Las autoridades explicaron al medio que el motivo de la prohibición posteriormente cancelada era que los disfraces de payaso causan miedo a muchas personas, debido en parte a que en los últimos tiempos en EE.UU. ha habido mucho reportes de personas que cometieron delitos y ataques ocultando su identidad bajo un disfraz de payaso.
"Hace aproximadamente tres años [hubo] incidentes a nivel nacional [reflejados] en los medios en que algunas personas se vestían de payaso y asustaban a la gente y en algunos casos cometieron ataques", afirmó Laurie Stasiak, la directora de ocio de la ciudad, en una carta electrónica al medio.
"En los últimos años, a muchos disfraces de payasos se les ha dado una apariencia muy aterradora y malvada. Muchas películas de terror se centran en este tipo de personajes", destacó también, añadiendo que "muchas personas sienten fobias y ansiedad a causa de los payasos".
"Es por eso que pedimos que nadie se disfrace de payaso para este evento de la comunidad", agregó la funcionaria.
La medida fue muy criticada por los habitantes de Oak Park, muchos de los cuales cuestionaron que fuera necesaria. Por esta razón, los organizadores decidieron finalmente dar marcha atrás y anular la prohibición.