El pasado viernes un ciclista murió tras ser arrastrado por una corriente de agua en la ciudad brasileña de São Paulo, informan medios locales. Marcelo da Silva, de 43 años, se negó a soltar a su velocípedo a pesar de la seriedad de la riada.
Una grabación muestra cómo Da Silva es arrastrado por el agua pero sigue agarrando su bicicleta. Varias personas le filmaron y le gritaron que dejara que la corriente se llevara a la bicicleta porque se estaba jugando la vida.
De hecho, un grupo de personas trató de formar una 'cadena humana' para salvarle una vez quedó a merced del río en que se había convertido aquella calle de São Paulo. Pero fue en vano.
"Solo podíamos ver su cabeza moviéndose el agua, hundiéndose y subiendo otra vez. Desafortunadamente, no hubo manera de sacarlo. Todos hemos llorado porque no hemos podido salvarlo", comentó uno de los testigos.
Las repentinas inundaciones se formaron como consecuencia de las fuertes lluvias que azotaron la municipalidad el viernes. En algunas regiones brasileñas cayeron de 45 a 62 milímetros de agua en tan solo una hora.