Paul Mock, de la ciudad australiana de Kununurra, encontró el domingo pasado en medio de su jardín a 10 sapos de caña a lomos de una pitón de 3,5 metros, una inusual escena que decidió filmar. Su hermano Andrew subió a las redes las imágenes de los sapos a caballo de la serpiente y la foto se difundió por la Red en un abrir y cerrar de ojos.
El hombre supone que la pitón "buscaba un lugar más alto" y "se movía a toda velocidad" para evitar la tormenta que en estos días hacía estragos en el país.
Algunos usuarios sugirieron que los sapos trataban de salvar su vida usando al reptil como medio para escapar de la amenaza de las lluvias. Sin embargo, Jodi Rowley, una bióloga especializada en anfibios, explicó que lo que realmente estaban intentando los sapos era aparearse con la pitón.
La experta añadió que los machos de sapo caña son bastante impulsivos a la hora de copular, y que ella incluso una vez fue testigo del intento de apareamiento entre un sapo y un mango.