Diez años después de la creación de WhatsApp, más de 1.000 millones de personas intercambian diariamente 55.000 millones de mensajes a través de esa plataforma de mensajería instantánea.
Sin embargo, al lado de este astronómico crecimiento ha surgido una serie de significativos riesgos para la sociedad, que para muchos justifican la determinación de abandonar por completo las comodidades o virtudes de ese servicio.
Noticias falsas
La propagación de información falsa a través de WhatsApp, propiedad de Facebook, ha sido un grave problema en muchos lugares y principalmente en la India, donde una espeluznante ola de linchamientos ha dejado más de 30 muertos desde enero del 2017.
Por tal motivo, el Gobierno indio ha presionado a la compañía para que tome cartas en el asunto, a lo que WhatsApp ha respondido con anuncios televisivos para educar a sus usuarios y con restricciones en el reenvío de mensajes.
Fuga de datos personales
Desde agosto de 2016, cuando se comenzó a vincular los números de teléfono y otras informaciones de los usuarios con sus perfiles de Facebook, llovieron fuertes críticas sobre el manejo de la privacidad en WhatsApp.
A partir de entonces, son varios los países que han multado al servicio de mensajería por violar los derechos de sus usuarios al manipular sus datos personales sin haber recibido previamente el correspondiente consentimiento.
Mensajes no deseados
Una cuenta de WhatsApp solo puede activarse con un número de teléfono y en un mismo dispositivo, lo que no solamente limita el uso de la aplicación en otros aparatos, sino que provee al servicio de mensajería con información que puede ser explotada por otros usuarios.
En concreto, el requerimiento de acceso al número de teléfono permite a cualquier otro conocer si determinada persona utiliza la aplicación. No hay ninguna opción que permita ocultar del todo el número telefónico, y esto puede dar pie a mensajes indeseados o acoso.
Chats grupales
Lo anterior también da paso a que cualquiera pueda agregar a un determinado usuario a un chat grupal sin siquiera requerir su permiso, lo que podría significar un problema para su propia cuenta.
Además, pese a que la aplicación utiliza un sistema de cifrado de extremo a extremo, recientemente se han detectado brechas de seguridad en WhatsApp, que permiten a terceros infiltrarse en las conversaciones en grupo, de forma que el intruso obtiene pleno acceso a los nuevos mensajes.
'Sobrecomunicación'
Una vez dentro de un chat grupal, las personas pueden toparse con problemas para retirarse de allí, según destaca Financial Express. El portal señala que el usuario, efectivamente, puede decidir abandonar el grupo, sea por causa del sinfín de notificaciones o por el flujo no deseado de mensajes, pero esto podría causar molestias o rencores en los demás participantes, especialmente si son colegas de trabajo o familiares.
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