Dos entradas de la Super Bowl LIII han generado polémica en EE.UU. después de que su propietario, un jugador de los New Orleans Saints, las tirara a la basura, informó este miércoles FOX News.
Michael Thomas, que juega en la posición de receptor abierto en los Saints, tiró un total de 1.800 dólares en entradas a una papelera, se sospecha que como reacción al no pitarse una interferencia de pase en el último partido contra Los Angeles Rams del pasado día 20, correspondiente al campeonato de la NFC. La decisión de los árbitros impedirá que el equipo de Nueva Orleans juegue la final de la Super Bowl de la NFL el próximo domingo contra los New England Patriots.
"No recuerdo el cubo de basura y, segundo, no me importa", escribió Thomas bajo el vídeo que subió a su cuenta de Twitter, donde muestra cómo se deshace de las entradas.
Las reacciones no se hicieron esperar. Varios internautas le recriminaron su actitud por insolidaria y "honestamente muy infantil", ya que consideran que podría haber donado las entradas en términos de "caridad".
Pero también hubo lugar para las bromas, y algunos señalan que el deportista "va a tener a toda la ciudad buscando en la basura", a lo que Thomas respondió que el que las encuentre "es mejor que esté agradecido".
Otros más ingeniosos indicaron que en el vídeo sale el código de barras de cada boleto, por lo que al jugador "no debería importarle" que se usara para entrar a ver el partido.
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!