La Red está llena de videos que muestran a usuarios haciendo un experimento casero con uvas y microondas. ¿De qué se trata? De cortar la uva por la mitad, colocarla en el interior del aparato y ponerlo en marcha. La uva comienza entonces a echar chispas, aparece una llama y se produce plasma.
El video en el que el físico Stephen Bosi hace el experimento para el canal de YouTube Veritasium en la Universidad de Sídney tiene más de 2 millones de reproducciones.
Los científicos tienen la explicación. En un estudio, publicado en la revista científica PNAS, se analizaron diferentes hipótesis y se llegó a la conclusión de que la energía de las dos mitades de una uva, colocadas una al lado de la otra, se concentra en un punto muy pequeño, lo que permite formar un campo de iones con el sodio y el potasio dentro de las uvas y producir el plasma.
Para entender lo que sucede con las uvas, los investigadores de la Universitdad de Trent (Ontario, Canadá) han observado el efecto en la región visible e infrarrojo. La energía se concentra en los puntos de temperatura extremadamente alta en el centro de las uvas. Una sola uva se calienta mucho, pero son los dos puntos de conexión los que permiten la aparición de las chispas.
Para demostrar este hipótesis, los físicos colocaron en el microondas perlas de hidrogel, huevos de codorniz sin cáscara y arándanos y resultó que todos los objetos pequeños, ricos en agua y más o menos esféricos daban resultados idénticos. El puente de la piel entre las uvas tampoco es esencial: las uvas pueden producir el mismo efecto siempre cuando estén una al lado de la otra. El estudio desmiente la explicación del experimento más popular: gracias al puente de la piel entre las mitades de la uva aparece la corriente y se acumula el exceso de energía que sale con la nube de gas ionizado.