Una asociación respaldada por la ONU estudiará la eficacia de las ciudades flotantes autosuficientes como posible solución al aumento del nivel del mar derivado del cambio climático que podría inundar ciudades costeras, informó este viernes The Washington Post.
Las plataformas flotantes —que estarían hechas de madera y bambú— tendrían una superficie de 18.200 metros cuadrados cada una, pudiendo albergar a 300 personas. A medida que el nivel del mar aumente, las plataformas se elevarían, siendo capaces de soportar huracanes. Desde el punto de vista urbanístico, seis plataformas formarán un pueblo en forma de hexágono, mientras que seis pueblos configurarían una ciudad de más de 10.000 habitantes.
La agencia ONU-HABITAT, cuyo objetivo pasa por promover lugares habitables ecológicamente sostenibles, se asoció con la compañía privada Oceanix, el Instituto de Tecnología de Massachussetts (MIT, por sus siglas en inglés) y The Explorers Club para promover este proyecto. Un prototipo de la ciudad flotante será presentado al público dentro de unos meses en el río Este de Nueva York, junto a la sede de la ONU, que ya ha dado el visto bueno al proyecto.
No se sabe cuánto costará
"Las ciudades flotantes son una de las posibles soluciones", dijo el director ejecutivo de ONU-HABITAT, Mohd Sharif, en referencia al avance del cambio climático y el aumento demográfico en los barrios marginales de las urbes. La asociación advierte que el 90 % de las ciudades más grandes del mundo son vulnerables a las inundaciones si los glaciares se derriten y sube el nivel del agua por la incidencia del cambio climático. De hecho, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), para el año 2100 el nivel del mar habrá subido 77 centímetros.
Oceanix explica que la nueva ciudad cultivará sus propios productos y satisfará sus propias necesidades de agua y de energía, por lo que ha impulsado una serie de investigaciones sobre la gestión del agua, ingeniería oceánica y agricultura que permitan hacer realidad este proyecto.
De momento, se desconoce el precio del proyecto —que la ONU no financiará—, si bien un miembro de la compañía explicó que prevé que sea bajo, ya que los hexágonos flotantes pueden producirse en masa en fábricas y remolcarse a las bahías de destino.