Empleados del Servicio de Control Regional de la provincia rusa de Nizhni Nóvgorod han logrado inmortalizar un raro momento de vida salvaje: un beso entre dos erizos. "Justo después de la hibernación invernal, los erizos entran en período de celo", detallaron desde el servicio en declaraciones recogidas por RIA Novosti. "Fotos así se consideran una rareza", agregaron.
En esa época 'matrimonial', las hembras preparan los nidos a base de hierbas suaves y hojas secas para su camada. Entre mayo y octubre una erizo puede dar a luz unos cinco o seis crías. Todos nacen sin espinas, que aparecen varias horas después del nacimiento, si bien al principio son muy suaves. Cuando crecen, los erizos las utilizan, además de para la defensa, para transportar materiales de 'construcción' y crear un hogar donde podrán dormir todo el invierno.
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