Una mujer de la villa galesa de Wrexham padecía dolores constantes en su costado durante varios meses sin que los médicos pudieran diagnosticarle el origen de su dolencia, informa North Wales Live.
Danielle Davies empezó a sentir dolores en el costado el año pasado y su doctor le dijo que sufría anemia. La mujer, de 22 años, empezó a tomar medicamentos que contenían hierro, pero, en determinado momento, se dio cuenta de que el dolor se agudizaba.
Davies explica que el dolor se intensificaba justo después de visitar restaurantes de comida rápida. Después de comer allí, la joven no podía levantarse de la cama durante una semana debido al fuerte dolor, por lo que decidió volver al médico.
Mientras lo doctores no podían entender qué le pasaba, la madre de Davies supuso que su hija tenía cáncer, ya que sus bisabuelos fallecieron por esta enfermedad. Y no estaba equivocada.
Al tanto de su historial, los médicos finalmente descubrieron que la mujer tenía cáncer en etapa 3. Su intestino estaba gravemente afectado y tuvo que someterse a una cirugía y a sesiones de quimioterapia durante 12 semanas.
Davies advirtió a los jóvenes que deben prestar atención a cualquier dolor. "Tuve tantas visitas al médico de cabecera y al hospital, que perdí la cuenta. El problema era que no creían que alguien de mi edad tuviera cáncer intestinal", explica.