Una mujer que trabajó en el servicio de la boda del futbolista español Sergio Ramos y la presentadora de televisión Pilar Rubio, denunció los malos tratos recibidos por parte de los organizadores del evento, que se realizó el pasado 15 de junio.
"Me trataron como a un perro", dijo la mujer, que no dio su nombre, en entrevista para el programa televisivo español Sálvame, al referirse a uno de los supervisores de la organización de la boda.
"El equipo de trabajo, fatal", dijo la trabajadora, y señaló que los organizadores "dijeron unas cosas que después no se cumplieron", como que llevarían a los trabajadores "en unos vehículos" hasta la finca La Alegría, en la provincia de Sevilla, donde se realizó el festejo. "Nos tuvimos que buscar la vida", detalló.
La trabajadora, además, señaló que la remuneración fue baja, asegurando que le pagaron "10 euros la hora". Además, detalló que le hicieron firmar un contrato de confidencialidad, en el que se establecía una multa de 100.000 euros en caso de que se filtraran imágenes de la boda.
Entre otras quejas, mencionó que habilitaron una sola carpa para todo el personal de servicio, por lo que hombres y tuvieron que cambiarse de ropa en el mismo lugar. "Estábamos allí todos desnudos, una vergüenza", dijo la mujer, y señaló que era la primera vez en su vida "que trabajaba en esas condiciones".
Aunado a ello, denunció que a los trabajadores de servicio no les permitían hablar ni reírse entre ellos y que apenas pudieron comer pasadas las 03:00 de la mañana (hora local) y de "las sobras de los invitados".
La mujer aclaró que sus críticas son a los organizadores de la boda y no a la pareja Ramos-Rubio, que —según ella— "si lo hubieran sabido no creo que lo hubieran permitido".