Un tribunal de Pensilvania (EE.UU.) declaró culpable este martes a un residente del municipio de Manor que apuntó con la mano a su vecino imitando una pistola, un gesto que el juez calificó de delictivo, señalan documentos judiciales.
El incidente tuvo lugar en junio de 2018 y quedó grabado por cámaras de vigilancia. Stephen Kirchner, de 64 años, paseaba por el barrio con una vecina. Al pasar por delante de la casa de Josh Klingseisen vieron que este estaba en su jardín colocando césped. "Kirchner se detuvo, estableció contacto visual con Klingseisen e hizo con la mano un gesto que imitaba el disparo y retroceso de una arma", según la publicación.
Según informa el juez, Klingseisen y la acompañante de Kirchner, Elaine Natore, ya habían tenido conflictos en el pasado y la mujer había recibido un orden civil que le prohibía tener contacto con él. Este conflicto hizo que Klingseisen instalase cámaras de seguridad en su propiedad. Precisamente una de estas cámaras grabó las imágenes que posteriormente fueron presentadas como prueba contra Kirchner ante el tribunal.
Además, dos testigos que casualmente se encontraban cerca del lugar de los hechos ese día hicieron una llamada de emergencia al 911 y declararon que habían visto amenazada su seguridad. El tribunal dictaminó que "Kirchner actuó con un desprecio temerario" y provocó un riesgo de alarma pública, como demuestra la llamada de emergencia que realizaron los testigos.
"Concluimos que existen pruebas suficientes de que la acción de Kirchner imitando una pistola creó una condición peligrosa", reza el documento judicial.
El culpable apeló y argumentó que sus acciones eran tan mínimas que ni siquiera podían ser consideradas como criminales. Considera que un gesto con la mano, "aunque imite de manera burda la forma de una pistola", no puede provocar "alarma pública" ni crear "condiciones peligrosas". Kirchner precisó también que su acción fue la respuesta a un gesto indecente por parte de su vecino. La apelación, no obstante, no fue aceptada, y este martes, más de un año después de los hechos, el tribunal lo ha declarado culpable y le ha impuesto una multa de 100 de dólares y costas judiciales.