Durante más de un mes, un hombre llamado Edi Okoro se hizo fotografías con un anillo de compromiso cerca de su novia Callie, sin que ella se percatara de la presencia del objeto, antes de pedirle matrimonio. Así lo explicó hace unos días el propio Okoro en Facebook en una publicación que iba acompañada de algunas de las instantáneas y videos realizados durante ese periodo.
En una de las imágenes se ve a Okoro con gesto pensativo en el sofá y la alianza entre sus dedos mientras Callie mira en un armario. En otras ocasiones se fotografió con la sortija mientras ella —de espaldas— hace la compra, mira su móvil o se cepilla los dientes.
En una de las imágenes se ve cómo él pone la caja del anillo delante de unos prismáticos mientras ella mira a través del aparato. "¿Puedes ver algo?", reza la descripción. En una ocasión incluso se hizo un selfi con la alianza en sus manos dentro de la cama mientras ella dormía con la boca abierta justo a su lado.
El joven, que se describe como un "improvisador espontáneo", explica que no quería planear cómo pedirle que se casaran, por lo que decidió "llevarse el anillo a todas partes con la esperanzara de que surgiera el momento" adecuado.
Tras más de un mes sin encontrar ese momento, la chica casi le pilló contemplando el anillo, por lo que Okoro decidió empezar el reto de documentar gráficamente el regalo en su presencia sin que se diera cuenta. La idea era hacer cuantas más fotos mejor, hasta que se armara de valor o ella le sorprendiera. La historia, que ya ha sido compartida más de 67.000 veces, tuvo un final feliz, pues el joven encontró el momento adecuado para pedirle matrimonio y Callie aceptó.
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